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Jiu Jitsu

 

 

Los métodos de combate conocidos como Jiu-Jitsu tienen por lo menos 2000 años de antigüedad, por definición histórica, con mención de ellos en la mitología japonesa. Según Jigoro Kano la definición de Jiu-Jitsu es: “el arte de obtener la victoria por medio de la flexibilidad o de ceder a la fuerza”.

 

Desde el año 23 A.C. se dice que Morni-no-Sukune mató a su adversario Tayimi-no-Keyaya usando técnicas de lucha y patadas. Este es el combate desarmado más antiguo que se reporta en la historia japonesa. Otras fuentes han reportado que los orígenes del Jiu-Jitsu pueden rastrearse desde China con su arte marcial más antigua el Chiao-Ti (un sistema de defensa con lucha). Sin embargo es irrelevante si el origen del Jiu-Jitsu es de China o de Japón, ya que fueron los Japoneses quienes refinaron sus orígenes en una arte marcial formidable. Por mucho tiempo se conoció el Jiu-Jitsu como Kumi-Uchi (técnicas de lucha). Estas habilidades eran usadas por el guerrero cuando se encontraba en batalla cuerpo a cuerpo. Talvez desprovisto de sus armas, caído de su caballo, el guerrero necesitaba un método de incapacitar a sus enemigos. Gradualmente a través de los siglos, varios maestros de Kumi-Uchi se les llamó Yawara.

 

Los modernos principios del Jiu-Jitsu pueden ser rastreados entre el siglo VIII y el siglo XVI. Durante éste tiempo había constantemente guerra civil en Japón y los clásicos sistemas de armas fueron desarrollados y constantemente refinados en batallas. Se les conoció con los nombres de Kumi-Uchi, Kogusoku, Kempo, Koshi-no-mawari y Hakuda. Las técnicas de pelea cercana (cuerpo a cuerpo) fueron desarrolladas como parte de estos sistemas para ser utilizados junto a armas contra oponentes armados y con armaduras. En este periodo las técnicas de Jiu-Jitsu eran consideradas por los guerreros como un método secundario de pelea, siendo la espada el número uno.

 

Según varias escuelas japonesas el origen del Jiu-Jitsu se relaciona al médico  de Nagasaki: Shirobei Akiyama quien estudió su carrera en China. En este país aprendió 28 técnicas de resucitación y el arte llamado Hakuda que consistía de golpes y patadas. Al retornar a Japón enseñó este arte pero sus alumnos le abandonaron. Akiyama sintiéndose dolido por la situación se interna en el templo Tenjin de Tsukushi para rezar por 100 días. Un día en ese lugar, durante una tormenta de nieve, observaba la manera en que las ramas más fuertes de los árboles resistían por algún tiempo el peso de la nieve, pero se acababan por quebrar. Las ramas delgadas al contrario, no ofrecían resistencia, se curveaban para que la nieve se deslizara y volvían a su posición original. Inspirado en esto creó trescientos tres movimientos del Jiu-Jitsu, poniendo la flexibilidad sobre la fuerza. Llamó a su escuela Yoshinryu, el espíritu del árbol delgado.

 

La primera escuela de Jiu-Jitsu de la que se tiene información es la Daito-Ryu-Aiki-Jujutsu fundada por el General Shinra Saburo Yoshimitsu durante el periodo Kamakura (1185-1336). El daito era una espada de 39 pulgadas que llevaba el samurai.

 

Existe una colección de breves bibliografías de los maestros de las artes marciales llamada “Bugei Sho-den”, en ella se mencionan las artes marciales del periodo feudal: El Kogusoku y el Ken (equivalente del Kenpo). El Kogusoku era el arte de los agarres y el Ken era el arte de ganar la victoria por la flexibilidad.

El origen del Kogusoku se le atribuye a Takenouchi Hisamori. El segundo Ryu (escuela) de Jiu-Jitsu reconocido públicamente fue la Take-no-Uchi-Ryu formada por el Príncipe Toichiro (aka Hisamori) Takeuchi en 1532 y consistía de técnicas de espada, bo,  cuchillo y técnicas desarmadas como inmovilizaciones.

 

El  Ken se dice que fue traído desde China al Japón por Chingempin. El vivió en el templo Kokushoji en Azabu (Tokio). Allí vivían tres ronines: Fukuno, Isogai y Miura. Chingempin les mencionó de un arte para inmovilizar personas el cual había visto pero no había aprendido sus principios. Entre los tres hicieron investigaciones y se hicieron muy talentosos en él. El origen del Ju (equivalente a Jiu-Jitsu) se le atribuye a estos tres hombres quienes diseminaron el arte. Los principios que redactaron son los siguientes:

 

1) No resistirse al oponente, debe ganarse la victoria cediendo
2) No proponerse ganar frecuentemente
3) No dejarse llevar al enojo manteniendo la mente vacía y calmada
4) No molestarse por cosas
5) No agitarse en una emergencia, debe estarse tranquilo

*En las anteriores, las reglas de respiración se consideran importantes.

 

En 1603, Tokugawa Ieyasu trajo paz a Japón al formar un gobierno militarizado, esto marcó el inicio del periodo Edo de la historia japonesa (1603-1868), por ello el peligro dejó de ser dominante en el estilo de vida japonés. A principio de este periodo hubo un cambio generalizado de estilos armados (Katana, lanza, arco y flecha) a los desarmados. Más tarde fueron practicados por gente común a la cual se le prohibió portar armas. Los estilos desarmados se desarrollaron de las técnicas de lucha de los estilos armados y fueron colectivamente conocidos como Jiu-Jitsu, Tai-Jitsu y Yawara. El estilo de esa época era crudo pero con volteos efectivos, estrangulamientos, puñetazos y patadas. El periodo Edo fue la era del Samurai y el Ju-Jitsu era su principal forma de  combate después de la katana. Las técnicas eran enseñadas de acuerdo al que estuviesen dirigidos ya fueran tropas a pie (Ashigaru), Bushis de bajo rango (Samurai), Bushis a caballo, capitanes o comandantes. Los oficiales de mayor rango eran instruidos además en estrategia militar, caligrafía, poesía, literatura, y reglas de etiqueta de cómo comportarse en los palacios de los Daymios.

 

Todos los bushi (guerreros) iniciaban su entrenamiento tan temprano como los 10 años de edad. Entraban a los dojos para practicar por el resto de sus vidas esas técnicas que les servirían en batalla. Todos los bushi eran criados con solo un valor y una ley, la ley del guerrero japonés feudal, el “Bushido”.

 

El Bushido, la vía del samurai, tuvo su origen a partir de la fusión del Budismo y el Shintoismo. Esta vía puede resumirse en siete principios esenciales:

 

1. Gi: la correcta decisión, la que se realiza con ecuanimidad, la correcta actitud, la verdad. Cuando debemos morir, debemos morir. Rectitud.
2. Yu: valentía teñida de heroísmo.
3. Jin: amor universal, benevolencia hacia la humanidad; compasión
4. Rei: la correcta acción — una característica casi esencial, cortesía.
5. Makoto: sinceridad completa y absoluta; apego a la verdad.
6. Melyo: honor y gloria.
7. Chugo: devoción y lealtad.

 

La vía del samurai es un imperativo y un absoluto. Fundamental para ella es la práctica corporal a través del subconsciente, por ello la enorme importancia que se le da a la correcta acción o al correcto comportamiento.

El Bushido influenció al Budismo y viceversa; los elementos del Budismo que encontramos en el Bushido son cinco: pacificación de las emociones; aceptación tranquila de lo inevitable; autocontrol ante los eventos,  una exploración más íntima de la muerte que de la vida y pobreza pura.

 

En el apogeo del periodo Edo había más de 700 estilos de Jiu-Jitsu. En este periodo se necesitaba dedicar ocho años de entrenamiento y dedicación para recibir un “Menko” o certificado de aptitud, no existía en ese tiempo el sistema de cintas y danes actual.

 

El fin del periodo Edo fue marcado por la restauración Meiji, una abortiva guerra civil movió el poder del Shogun de vuelta al Emperador. Una gran proporción de la clase Samurai apoyaba al Shogun durante la guerra. Consecuentemente, cuando el poder se restauró al emperador, muchas cosas relacionadas al Samurai cayeron en vergüenza. Un dictamen imperial fue decretado por el emperador Melse declarando una ofensa criminal practicar los viejos estilos combativos. Durante el periodo del dictamen, el Jiu-Jitsu casi se perdió. De cualquier modo algunos maestros practicaron su arte clandestinamente, o se mudaron a otros países, permitiendo que se conservara  el estilo. A mediados del siglo XX la prohibición fue levantada permitiendo la libre práctica del arte.

Por sus ancestrales tradiciones, el Jiu-Jitsu sale de muchos distintos sistemas de artes marciales. Los estudiantes son enseñados a patear, golpear, inmovilizar y quebrar articulaciones, voltear (lanzar),  y a usar varias armas.

 

El Jiu-Jitsu no se ha adaptado como un deporte tan fácilmente como otras artes marciales, así que la competencia ha jugado un papel menor. De cualquier forma, un gran ámbito de Kata es estudiado, incluyendo una o dos personas y armas como el sai el hambo o la katana. El estilo incluye volteos, llaves, técnicas de golpes, dando énfasis a la defensa. Se caracteriza por su lucha cuerpo a cuerpo y técnicas a corto alcance. Además busca usar la energía del oponente a nuestro favor. En su estudio se aprende también defensa contra armas modernas como pistola, cuchillo o palos. Se simulan situaciones comunes de la calle para el aprendizaje  y mejor comprensión de técnicas.

 

Algunos de los principios que guían al Jiu-Jitsu son: flexibilidad, concentración, máxima eficiencia y mínimo esfuerzo, sobreponerse a las limitaciones. Como complemento se enseñan las artes de curación (masaje).

 

En 1889 el profesor Jigoro Kano cambió el nombre del Jiu-Jitsu a Judo en un intento alejar las artes fuera de la decadencia de la clase samurai. Kano comenzó su estudio del Jiu-Jitsu en 1877 en la escuela Tenjin-Shinho-Ryu. Esta escuela resultó de  la fusión de otras dos (Yoshin Ryu y la Shin-no-Shindo-Jiu-Jitsu) que eran famosas por la enseñanza de ataques a puntos vitales además de técnicas de inmovilizaciones y sus  estrangulamientos. Kano vio que era necesario elevar las artes en un plano filosófico. Algunos autores opinan que si Kano hubiese querido describir las artes en un plano físico las hubiese llamado Jumichi  (Ju: Gentil y michi es el camino físico por el cual uno camina o una vía). El Do al que Kano se refería es el de la pronunciación china de Tao, una religión y filosofía del pensar. Fundamentalmente las artes eran las mismas. Fueron las actitudes las que se elevaron.

 

Kano continuó refinando el Jiu-Jitsu, quitando las técnicas mortíferas y las más incapacitantes, emergiendo así un deporte moderno. Posteriormente en el Judo competitivo se incluyeron volteos, inmovilizaciones y llaves pero sin golpes ni patadas. También introdujo el sistema de cintas de colores y danes que se usa también en Jiu-Jitsu. Hoy en día el Judo es un deporte altamente difundido y se practica en olimpiadas pero la idea del Bushido se ha perdido en ella.

 

El Aikido es el último arte que nace del Jiu-Jitsu, proviene del Daito Ryu AikiJujutsu, desarrollado en Japón por Morihei Ueshiba. Literalmente Aikido significa “Camino hacia la armonía del espíritu”. En este arte se aplican técnicas de deflexión de fuerza,  proyecciones, llaves y controlar al adversario sin golpearlo directamente. Además se considera un arte puro de defensa que enfatiza mucho el uso y desarrollo del Ki.

 

En el Daito Ryu AikiJujutsu así como en varias escuelas de Aikido se divide la enseñanza en tres niveles: Shoden, Chuden y Okuden/Hiogi. En Shoden se enseña cuando hay una abertura para entrar a aplicar una técnica, mediante el kusushi, entrando en el exacto y preciso momento. En Chuden se enseña el “sexto sentido” o un “poder secreto” que se desarrolla con años de práctica. En el nivel de Okuden se enseña el dominio superior de las técnicas reaprendiendo todo lo visto desde el principio y cerrando el circulo.

 

En la actualidad el Jiu-Jitsu se practica alrededor de todo el mundo y han nacido variantes como Jiu-Jitsu Brasileño (Gracie Jiu-Jitsu), Small Circle Jiu-Jitsu, Kodenkan Ju-Jitsu, Aiki Jujutsu, Vale Tudo, Kempo Jiu-Jitsu, etc. También se han empleado muchas de sus técnicas a otras artes marciales como Sambo, Hapkido, Nin-Jutsu, SAFTA, Kajukenbo, entre otras.

 

Entre los principios del Jiu-Jitsu moderno encontramos:

 

1. Movilidad y Estabilidad Balance
2. Evitar colisión de fuerzas
3. Resistencia mental y distracción
4. Enfocarse en el mínimo punto posible
5. Transferencia de energía
6. Crear una base
7. Control y sensibilidad
8. Momento rotacional
9. Fluidez en la transición

 

Sin lugar a dudas el Jiu-Jitsu ha demostrado ser a través de cientos de años un arte marcial completo, el mismo ha logrado adaptarse a las necesidades del practicante según la situación.

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La práctica de las Artes Marciales aporta una serie de beneficios Psicológicos como pueden ser:

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  • Desarrollo de la autoestima a nivel personal, social (escolar) y familiar.

  • Desarrollo de las capacidades de autocontrol.

  • Favorece la expresión de la afectividad.

  • Evita conflictos emocionales.

  • Seguridad en sí mismo.

  • Desarrollo de la psicomotricidad.

  • Favorece la percepción de sí mismo, de los demás y del espacio.​

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La práctica de artes marciales tradicionales beneficia el desarrollo armónico de todos los órganos y sistemas del cuerpo en jóvenes y adultos:

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  • Mantenerse en forma. Como puede ocurrir con cualquier actividad física, el jiu jitsu hace que quien lo practica se encuentre en mejor forma y que también pierda calorías. De hecho, este arte marcial es de lo más completo y en tan sólo una sesión se puede notar como todo el cuerpo se pone en movimiento. Suele ser de lo más habitual que, hasta quienes hacen algo de deporte, se quejen de agujetas al día siguiente de empezar a practicar jiu jitsu por la exigencia que requiere.

  • Mayor confianza en uno mismo. Ni este arte marcial ni ningún otro están pensados para un enfrentamiento como tal pero, como es lógico, el saberse preparado por si ocurre un conflicto hace que la persona se vea con más capacidades para poder reaccionar ante tales situaciones y esto mismo le da una cierta confianza en sí mismo que no se consigue de otra manera.

  • Disciplina y paciencia. Este arte marcial está pensando para todos pero es excelente cuando se empieza a practicar a temprana edad. Los niños, además de aprender las diferentes técnicas, se darán cuenta de que todo aprendizaje requiere de un tiempo y de un esfuerzo, lo que les llevará a ser pacientes y a mantenerse en el tiempo.

  • Diversión asegurada. Después de practicar jiu jitsu uno se siente con más ánimo y, además, es de lo más habitual el que se forjen relaciones de amistad que perduran a lo largo de los años. En el momento en el que uno se pone el kimono no pelea con nadie sino que se aprende, constantemente, del otro sin dejar de lado el que puede ser una actividad de lo más entretenida.

  • Habilidades para caer. Como decíamos, y por suerte, no será tan habitual el que haya que emplear en la vida real alguna de las técnicas que se aprenden durante las clases de jiu jitsu en forma de defensa, pero lo que no sería tan extraño es que el saber caer acabe siendo de lo más útil, incluso en la vida cotidiana. Quienes aprenden jiu jitsu se esfuerzan mucho en este punto, pues puede ser vital en un enfrentamiento.

  • Defensa propia. Y sí, obvio, en el caso en el que haga falta defenderse se podrá contar con este arma, que no es otra que la acumulación de experiencia que dan los años cuando se ejecutan las técnicas del jiu jitsu.

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